Daga Carlos I de España y V de Alemania de la FNT (Fábrica Nacional de Toledo)
DAGA:
Se documenta por primera vez, como “Arma blanca corta, de hoja ancha y puntiaguda, generalmente de dos filos, con guarnición para proteger el puño y gavilanes para los quites, parecida a una espada de pequeñas dimensiones”, en el
Cuaderno de leyes de las cortes de Valladolid (1385) y, a partir de ese momento, se atestigua hasta nuestros días. Diccionario histórico de la lengua española.
“Arna blanca, corta y con filos a ambas partes, por lo menos hacia la punta, que tiene aguda. Háilas también cuadradas y de un filo. Tiene guarnición menor que la espada, con que cubre el puño, y gavilanes para los quites”.
Diccionario de Autoridades – Tomo III (1792).
“Arma blanca, de hoja corta y con guarnición para proteger el puño, y gavilanes para los quites, que solía tener dos cortes y a veces uno, tres o cuatro filos”.
Diccionario de la Real Academia Española (RAE).
CARLOS I DE ESPAÑA Y V DE ALEMANIA
Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico (Gante, Condado de Flandes, 24 de febrero de 1500 - Cuacos de Yuste, 21 de septiembre de 1558), llamado «el César», reinó junto con su madre, Juana I de Castilla (esta última de forma solo nominal y hasta 1555), en todos los reinos y territorios hispánicos con el nombre de Carlos I desde 1516 hasta 1556, reuniendo así por primera vez en una misma persona las Coronas de Castilla (en las que se incluía el Reino de Navarra) y Aragón. Fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V de 1520 a 1558.
Escudo del rey Carlos I de España antes de convertirse en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Hijo de Juana I de Castilla y Felipe I el Hermoso, y nieto por vía paterna del emperador Maximiliano I de Habsburgo y María de Borgoña, de quienes heredó el patrimonio borgoñón y el Archiducado de Austria con el derecho al trono imperial del Sacro Imperio Romano Germánico, y por vía materna de los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, de quienes heredó la corona de Castilla, con los dominios en Navarra y las Indias Occidentales, y la corona de Aragón que comprendía los reinos de: Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Valencia, Mallorca y Aragón, y el Principado de Cataluña.
Es decir, reunió en su persona los territorios procedentes de la cuádruple herencia de sus abuelos: habsburguesa (Maximiliano I), borgoñona (María de Borgoña), aragonesa (Fernando el Católico) y castellana (Isabel la Católica), por lo que fue conocido en su época como “El Emperador” ya que jamás ningún rey consiguió reunir bajo su mando un imperio tan inmenso.
Después de una vida de guerras y conflictos…
Conflictos en Castilla: las Comunidades (1520-1521)
Conflictos en Aragón: las Germanías (1520-1523)
La guerra de Navarra
La guerra contra los turcos otomanos
Las cuatro guerras con Francia
Y la expansión, durante su reinado, de los territorios de la corona de Castilla sobre gran parte de América.
El Rey y Emperador, Carlos, entró en una fase de reflexión: sobre sí mismo, sobre la vida y sus vivencias y, además, sobre el estado de Europa que le lleva a abdicar en Bruselas (1555-1556) y repartir sus “dominios”:
El gobierno imperial a su hermano Fernando (aunque los electores no aceptaron su renuncia formalmente hasta el 24 de febrero de 1558).
España y las Indias a su hijo Felipe.
Tras las abdicaciones, regresó a España, en una travesía en barco desde Flandes hasta Laredo, con el propósito de curar la enfermedad de la gota en una comarca de la que le habían hablado por su buen clima y alejada de las grandes ciudades, la comarca extremeña de La Vera.
Tardó un mes y tres semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, lugar donde se hospedó gracias a la hospitalidad del III conde de Oropesa, Fernando Álvarez de Toledo y Figueroa, que lo alojó en su castillo de Oropesa (hoy convertido en Parador). Allí esperó desde el 11 de noviembre de 1556 hasta el 3 de febrero de 1557, fecha en que finalizaron las obras de la casa palacio que mandó construir junto al monasterio de Yuste. En este plácido lugar permaneció un año y medio en retiro, alejado de las ciudades y de la vida política, y acompañado por la orden de los Jerónimos, quienes guiaron espiritualmente al monarca hasta sus últimos días.
En su testamento reconoció a Juan de Austria como hijo suyo nacido de la relación extramatrimonial que tuvo con Bárbara Blomberg en 1545. Lo conoció por primera vez en una de las habitaciones de la casa palacio del Monasterio de Yuste.
Finalmente, el 21 de septiembre de 1558 falleció de paludismo, tras un mes de agonía y fiebres (a lo que se sumaba la gota, enfermedad que también padecía de manera aguda), causado por la picadura de un mosquito proveniente de las aguas estancadas de uno de los estanques construidos por el experto en relojes e ingeniero hidrográfico Torriani.
Lecho de muerte del emperador Carlos V en el Monasterio de Yuste, Cáceres.
El ataúd de Carlos I se encuentra ubicado en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial conocida como el Panteón de los Reyes.
Uno de los aspectos menos conocidos de su vida y su retiro es el que poseyendo como poseía armas y armaduras dignas de un Emperador, algunas de las cuales se conservan en Real Armería de Madrid, como las que muestro a continuación.
Armadura de Carlos V a caballo, pieza de la Armería Real de España.
Borgoñota de Carlos V (1545). Filippo y Francesco Negroli. Acero, oro.
La Borgoñota de Carlos V simboliza la victoria del cristianismo sobre el Islam.
Como decía, uno de los aspectos menos conocidos de su vida y su retiro es el que para su retiro en Yuste, de todas sus armas, únicamente portara una espada y una daga.
Copio textualmente del libro “Arte Antiguo” de Enrique de Leguina, de 1908, Madrid, Librería de Fernando Fe, Puerta del Sol, 15.
“Otra espada original, es la marcada G. 41. Consta entre las dibujadas en el Inventario iluminado, y según el que se formó en el año de 1594, fue la única que llevó Carlos V a su retiro de Yuste.
Guarnición de lazo, con un gavilán torcido, y el otro sirviendo de guardamano, patillas, puente y pomo circular, de dos caras, todo ello barnizado de negro. Forma con la daga, de hoja de cuatro mesas, lo mismo que la de la espada, cruz de brazos vueltos en dirección distinta, y por no estriado por el borde, un conjunto propio de aquel que abandonaba el fausto y galas de la Corte.
Bien se uniría la sencillez y el color de este aderezo de espada y daga, con la severidad del traje usado por el poderoso Emperador, en su retiro de Yuste, a juzgar por el retrato que en la Exposición de Brujas hemos visto, perteneciente al Príncipe de Croy-Solre.
Con sombrero y ropa negra y solo un pequeño cuello vuelto de blanco lienzo, con puntas que caen sobre la ropilla, y sobre las cuales se destaca vigorosamente la encanecida barba, sin otra nota brillante que la del Toisón, pendiente de un lazo negro, confirma por su grave aspecto de prematura vejez, la tradición que asegura fue pintado en el mismo monasterio de Yuste, y dado como recuerdo a un antiguo preceptor”.
Según otra descripción:
Data de la segunda mitad del siglo XVI, siendo la única espada que el Emperador llevó en su retiro al Monasterio de Yuste.
La hoja es de cuatro mesas hasta la punta.
Consta de guarnición forjada, con dos patillas unidas por un puente, arriaz torcido por un brazo y el otro en prolongación hasta el pomo haciendo de guardamanos.
Su pomo es esférico, su longitud de unos 107 centímetros y su peso de 1.130 gramos.
Fiel reproducción de la que se encuentra en la Real Armería de Madrid.
En cuanto a la Daga se la describe así:
Ésta daga es compañera de la única espada que el Emperador llevó consigo a su retiro en el Monasterio de Yuste.
Su fuerte hoja es de cuatro mesas y grueso recazo.
Guarnición con la cruz de brazos vueltos en opuestas direcciones.
Pomo en forma de lenteja, estriado por el canto.
Longitud: 35 centímetros.
Peso: 240 gramos.
Es de imaginar que ambas serían portadas de forma similar a como las porta su hijo, Felipe II, gran admirador de su padre, en este cuadro de Antonio Moro.
La FNT, Fábrica Nacional de Toledo.
Sin ánimo de ser exhaustivo, que para eso están, por un lado la web y por otro los compañeros del Foro que saben mucho más que yo de ella, voy a referir una breve historia de la Fábrica Nacional de Armas de Toledo.
Como muchos de vosotros ya sabéis, Toledo fue una «referencia mundial» en la industria de los “aceros” y en particular de las espadas, durante los siglos XVI, XVII y principios del XVIII. Raro era quien aficionado a las armas blancas no hubiera oído hablar del «acero toledano» en esas fechas, llegándose a nombrar a la espada como la “toledana”, de la misma forma que a las dagas por “vizcaínas”.
A mediados del siglo XVIII, debido sobre todo al auge de las armas de fuego, la fabricación de espadas en Toledo decayó de tal forma que se temió por la desaparición de lo que era, en aquella época, uno de los motores económicos de la ciudad.
Para evitar la desaparición de tal industria, se promovió el establecimiento en Toledo de una institución que aglutinara la fabricación de armas blancas, gozando de tal éxito que prácticamente llego a monopolizarla.
Esta institución fue bautizada como Fábrica Nacional de Armas de Toledo, y se inauguró en el año 1761 por el rey Carlos III. En su origen estaba ubicada en el edificio que había acogido anteriormente la Casa de Moneda de Toledo que rápidamente se mostrará demasiado limitado e incómodo para el correcto desarrollo de la actividad para el que fue escogido.
Su primer director fue el Coronel Don Luis de Urbina, cuyo mandato durará hasta 1773. Tras él, es nombrado el Capitán San Gil, quien permanecerá en ese puesto hasta 1778. Es bajo el mando de San Gil cuando se decide cambiar el lugar de la fábrica, escogiéndose unos terrenos sitos en la Vega Baja toledana, donde el espacio abierto permitirá la construcción de unas instalaciones modernas y adecuadas para su cometido.
La nueva obra se le encargó al General de Ingenieros Don Francisco Sabatini, y se inició en 1777; terminándose en 1782, al año siguiente es entregada al real Cuerpo de Artillería, exactamente un 22 de julio de 1783.
Empieza en este momento una época de esplendor en la fabricación de armas blancas y otros tipos de objetos relacionados con el trabajo del acero; tenemos que darnos cuentas que, casi la totalidad de armas blancas ( dagas, machetes, espadas, sables, bayonetas, alabardas, picas, etc.) utilizadas por el ejército español en sus diferentes cuerpos (caballería, artillería, infantería, etc.) fueron producidas en esta Fábrica Nacional de Armas, lo que nos deja entrever la gran producción que salió de ella, llegando a todos los puntos del planeta, desde las Filipinas a Cuba, pasando por el Norte de África.
El nombre original se mantuvo hasta 1906, en el que pasa a llamarse oficialmente Fábrica Nacional de Toledo, haciéndose famosas sus siglas FNT.
En el año 1940, tras la Guerra Civil, pasará a la jurisdicción del Cuerpo de Ingenieros de Armamento, y en 1960, pasa a depender de la Empresa Nacional Santa Bárbara.
Su cierre definitivo se produjo en 1996, utilizándose sus instalaciones, una vez adaptadas para sus nuevas funciones, por la Universidad de Castilla La Mancha.
Daga Carlos I de España y V de Alemania de la FNT (Fábrica Nacional de Toledo).
La daga que hoy presento es una daga de la Fábrica Nacional de Toledo, réplica certificada y numerada de la que el monarca llevó consigo a su retiro en el Monasterio de Yuste, desconozco su año de fabricación, aunque podría ser fácilmente deducible por sus marcajes y por el número asignado a la réplica, número que figura en símil de pergamino atado y lacrado a la empuñadura de la daga, caso de tener acceso a los números y su correlación con las fechas de fabricación.
Los marcajes usados por la FNT, fueron variando con el tiempo y podrían resumirse en este cuadro:
Estas réplicas de armas blancas históricas fueron una producción relativamente común durante ciertas épocas de esta Fábrica Nacional, sólo hay que ver algunos de sus catálogos, como el “Catálogo General de 1932”, del que inserto su portada y su página 24.
Siendo constatado personalmente por quien esto escribe en una visita a la Fábrica, a primeros de los 80, cuando pude comprobar cómo se estaba realizando artesanalmente, entre otras, una réplica de la espada de Boabdil “el Chico”, último sultán del reino nazarí de Granada, en metales nobles y piedras semipreciosas, espada que, al parecer, se usaba como regalo de “Estado” a ciertos monarcas árabes. He de decir que la profesionalidad y calidad del trabajo de los artesanos de esta Fábrica me causó una impresión que aún perdura en mi memoria aunque hayan pasado cuarenta años…
Tal vez, por eso y por mi “afición” a las armas blancas en general y a las dagas en particular, más tratándose de una réplica de la única que portó Carlos I a Yuste, acabé haciéndome en fechas cercanas con este ejemplar, replica, fabricada por la FNT.
Vamos a verla.
Las Especificaciones/características de la daga son las siguientes: (medidas efectuadas por mí, excepto el peso).
Longitud hoja: 235 milímetros.
Longitud empuñadura: 110 milímetros.
Espesor de la guarda: máximo de 5,5 milímetros.
Longitud total: 350 milímetros.
Peso: 240 gramos (sin verificar, en este caso).
Hoja de acero pulido a espejo con marcas de la “FNT Toledo” y “SB Toledo” en cada una de sus caras. (SB corresponde a Santa Bárbara, o lo que es lo mismo: Empresa Nacional Santa Bárbara de Industrias Militares S.A.)
Carece de funda.
Pero no vamos a quedarnos aquí…
Continuará…