Como aún tengo el regulador del horno averiado me entretengo con uno de los cuchillos que me acompañaron de caza por los ochenta. La mayoría lo conoceríais aunque tapase la marca, un Aitor bowie que en su día tenía el cabo de plástico verde totalmente irrompible. No era un cuchillo caro y cuando lo compré cambié el cabo por uno de palo santo que nunca acabo' de gustarme, después paso' a uno de ciervo que no estaba mal y ahora a la tercera va la vencida. Me gusta mucho como ha quedado, a ver que os parece.
Como hay algunos compañeros de mi edad os enseño también otra joya de los ochenta que ocupa mi tiempo. La última monocilindrica de gran cilindrada que se fabricó en España, una Sanglas de 500 cc. genial para pasear pero que me da más disgustos que alegrías. Estuvo parada en el garaje veinticinco años, hace cinco que me prejubile' y decidí ponerla a punto. Ahora la estoy customizando, el asiento está sobrepuesto aún le falta soldar una barra y algunos detalles más como reposapies traseros etc. Cuando pasan dos semanas sin tener que arreglar algo doy gracias a todos los santos .
Espero que os guste, un saludo amigos.